• Episcia cupreata

     

    Episcia cupreata


    Episcia cupreata, comúnmente conocida como pansa de mono, santa Marta, violeta de llama, es un miembro de la familia Gesneriaceae. Originaria de las regiones tropicales de América Central y del Sur, este subarbusto es conocido por su follaje vibrante y sus pequeñas flores tubulares. Prospera en climas tropicales húmedos y a menudo se cultiva como planta de interior debido a su apariencia atractiva y sus requisitos de cuidado relativamente fáciles.

    Instrucciones de cuidado

    Episcia cupreata prefiere luz brillante e indirecta y debe mantenerse en un ambiente cálido con alta humedad. Riegue la planta regularmente para mantener la tierra uniformemente húmeda pero no encharcada. Prospera en temperaturas moderadas y debe protegerse de las corrientes de aire frío. La pulverización regular puede ayudar a mantener los niveles de humedad que prefiere.

    Suelo

    Esta planta prefiere una mezcla de tierra arcillosa con buen drenaje que retenga la humedad sin encharcarse. Una mezcla de turba, perlita y vermiculita puede proporcionar el equilibrio adecuado de drenaje y retención de humedad. Asegúrese de que la maceta tenga orificios de drenaje para evitar que el agua se acumule en el fondo.

    Fertilizante

    La Episcia cupreata se beneficia de una alimentación regular con un fertilizante balanceado y soluble en agua, como una fórmula 10-10-10. Fertilice cada dos semanas durante la temporada de crecimiento, reduciendo la frecuencia durante los meses de invierno cuando el crecimiento de la planta se desacelera.

    Trasplante

    Trasplantar la Episcia cupreata cada año o cuando supere el tamaño de su maceta actual. Elija una maceta que sea un poco más grande que la actual y renueve la mezcla de tierra. Retire con cuidado la planta de su maceta anterior, teniendo cuidado de no dañar las raíces, y colóquela en la nueva maceta con tierra fresca.

    Propagación

    La Episcia cupreata se puede propagar a través de esquejes de tallo o dividiendo la planta. Tome esquejes de tallo con al menos dos hojas y colóquelos en agua o tierra húmeda hasta que se desarrollen las raíces. La división se puede realizar durante el trasplante separando cuidadosamente la planta en secciones más pequeñas, cada una con su propio sistema de raíces.

    Podar

    La poda es beneficiosa para la Episcia cupreata para mantener su forma y fomentar un crecimiento más frondoso. Recortar los tallos largos y eliminar las hojas muertas o dañadas. La poda se puede realizar durante la temporada de crecimiento según sea necesario.

    Toxicidad

    No se sabe que la Episcia cupreata sea tóxica para las mascotas o los humanos. Sin embargo, siempre es una buena práctica mantener las plantas fuera del alcance de las mascotas y los niños para evitar la ingestión accidental.

    Plagas

     Te recomendamos de manera preventiva que pulverices la planta con jabón potásico + aceite de Neem cada 60 días. También podés utilizar tierra de diatomeas diluida para prevenir la proliferación de plagas.

     

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